El lenguaje corporal de Barack Obama y Vladimir Putin durante su entrevista de anoche en Lough Erne fue elocuente, no solo de la difícil relación entre estos dos personajes, sino del estrepitoso choque que Rusia y los demás países del G-8 han protagonizado hasta ahora en la cumbre celebrada en este bucólico paraje de Irlanda del Norte.Obama y Putin solo se pusieron de acuerdo en la necesidad de contener la violencia en Siria y buscar una solución política.