La Casa Blanca ha dado este jueves un paso más en su empeño por aislar económica y políticamente a Rusia en represalia por la invasión de la península de Crimea. El Gobierno ha anunciado la prohibición de visados a altos funcionarios rusos y ucranios involucrados en la violación de la soberanía de Ucrania y la adopción de una orden ejecutiva que sienta las bases para imponer sanciones individuales a particulares y empresas.