Hay más gente si cabe. Desde el pasado 8 de julio, fecha en la que la impresionante Victoria de Samotracia fue presentada después de una minuciosa restauración, la escalera Daru se ha quedado pequeña ante la ingente marea de turistas que se agolpan a los pies de la diosa para pasmarse con la elegancia de sus formas resucitadas.