China y Taiwán celebraron ayer una histórica cumbre en Singapur, la primera entre ambas partes desde su divorcio político hace 66 años.El presidente chino, Xi Jinping, y el taiwanés, Ma Ying-jeou, se dieron durante un minuto la mano, sonrientes, ante una masa de periodistas congregados en un hotel de Singapur, antes de iniciar su reunión a puerta cerrada.