Las colas para conseguir alimentos y productos básicos en la parroquia de Santa María Micaela comienzan a las 6 de la mañana, cuatro horas antes de que la puerta lateral se abra para comenzar el reparto solidario. Las colas cada vez comienzan antes y son más largas. Este viernes, unas 300 personas se arremolinaban en una fila que daba la vuelta a la plaza de la iglesia.