
Pozoblanco, 26 de septiembre de 1984. El cuarto toro de la tarde acabó con la vida de una gran figura del toreo: Francisco Rivera Paquirri.La cabeza de aquel ejemplar de la ganadería de Sayalero y Bandrésncisco han permanecido desde entonces en el Museo de la Tragedia, propiedad de un aficionado de Gelves que conserva otras taxidermias de funestas historias. Después de muchos años, «Avispado» fue descolgado miércoles pasado del lugar en el que tantas visitas ha recibido para viajar a Burriana donde será expuesto públicamente en el museo taurino que se proyecta en muncipio.